Ante un resultado adverso. ¿Cómo es la reacción de mi líder?

Este fin de semana he asistido a varias charlas de entrenadores con sus jugadores, previa al partido, en el descanso y después del juego en campo.

En este sentido, encuentro gran similitud con el trabajo que también realizo con los líderes de organizaciones y sus equipos. Y os diré que me encantaría que muchos de estos directivos y directivas con los que trabajo, hubieran presenciado la charla de uno de los míster en el descanso, con un resultado adverso.
Es como si el equipo comercial no estuviera llegando a los objetivos; o el área de producción estuviera teniendo dificultades para producir en plazo y forma; o en el equipo de calidad se registraran muchas no conformidades; o el índice de absentismo en el área de RRHH hubiera aumentado exponencialmente; o la toma de decisiones estratégicas desde el equipo de Dirección no estuvieran teniendo el resultados esperado…; o…etc.

La diferencia es que el caso que os comento, tenemos 40 minutos por delante para abordar la situación de adversidad.

Si estuvierais en este tesitura, ¿qué sensaciones os inundan?. Probablemente, la del miedo a no lograrlo, la mirada de aquellos aspectos que no están funcionando; la frustración que genera un arbitraje incomprensible; la tensión de estar perdiendo; la exigencia de lograrlo a toda costa….

En cambio, si os digo que el líder, el míster que he podido escuchar este fin de semana ha conseguido auto regularse para tranquilizar a sus jugadores.
Se ha formulado una pregunta. “¿qué necesita ahora mi equipo?”.

Necesita calma y algunas indicaciones para realizar un juego diferente. No trasmitirles mas presión, pues ellos son conscientes de la situación.
Ahora necesitan escuchar que su entrenador confía en ellos, que les escucha, que les pide concentración en el partido, sentirse comprendidos con los errores y aciertos de la primera parte,  …

Y así ha sido, el míster se ha conectado con emociones positivas, y desde ahí, tomar la calma necesaria para acompañarles, organizarles, ofreciendo soluciones adaptadas al momento.

Me viene al recuerdo unas declaraciones de Imanol Ibarrondo en una entrevista que leí hace tiempo, en la que decía “Creo que necesitamos líderes transformadores que tengan el coraje de brillar al servicio de personas y equipos sobre los que tienen el honor de liderar, y que se atrevan a creer y a crear nuevos futuros posibles y deseados para sus organizaciones. Líderes capaces de generar redes de conversaciones que impulsen a la acción y en las que las personas se sientan escuchadas, comprendidas, visibles, reconocidas, valiosas y queridas. Líderes inspiradores y capaces de descubrir el talento oculto de cada persona que forma parte de sus equipos y que con sus comportamientos, actitudes y lenguaje se hagan dignos de su confianza y compromiso”.

Hoy no hemos ganado el partido en resultado. Sin embargo hoy hemos logrado dar un paso de gigantes, tanto el míster hacia si mismo y su cuerpo técnico.
Y muy importante, hacia su equipo. Que le legitima, le admira, y se afianza un vínculo, que nos traerá otras victorias, mas adelante.

De momento, hemos conseguido la victoria de generar las condiciones necesarias para contar con un equipo de personas, con más recursos que los que tenían antes para abordar situaciones adversas.

Un equipo mas fuerte emocionalmente, mas sólido si cabe, con mayor confianza, con generosidad, orientado al interés del equipo; un equipo que escucha, que lucha, que se motiva, que sufre y comparte el sufrimiento, un equipo con alma.

Gracias a cada uno de los miembros que conformáis este equipo, y especialmente a su Cuerpo Técnico, y en concreto, a ti míster por esta microtransformación que estás viviendo y de la que nos hace participes a todos lo que te acompañamos.
Me siento orgullosa de este camino en el que estamos.

Seguimos avanzando


Noelia San Emeterio

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